La idea era hacer una sesión en el Invernadero del Palacio de Cristal de la Arganzuela, pero estaba cerrado por el Covid, y tuvimos que improvisar y buscar otra localización. Como el barrio en el que hicimos la sesión de Irene nos gustó mucho, nos fuimos para allá.
Normalmente en exteriores utilizo un reflector para rebotar la luz del sol y consigo buenos resultados. En esta ocasión, ya que no teníamos ayuda para sujetar el reflector usé el flash montado en un trípode. Aunque el efecto es diferente, de lo que se trata es de tener un poco más de control de la iluminación complementando la luz natural.
El resto de todos, en esta galería.